Mi sobrino me hizo gozar

Nunca pensé que llegaría a tener relaciones sexuales con uno de mí mismo sexo, y mucho menos con mi sobrino. Las cosas se dan cuando menos uno lo piensa y con la persona menos pensada. Siempre he sido muy adicto al sexo, sé que por ello mi matrimonio se acabo, pero no puedo remediarlo, cuando veo una mujer, me convierto en un salvaje. Verdaderamente, a mis 48 de edad, estaba reflexionando en todo ello, quizás demasiado tarde, pero me dolía haber perdido mi mujer, y pensaba que yo tendría que buscarme una mujer. Por mi mente pasaron algunas candidatas posibles y hasta en medio de mi situación, me imagine con alguna de ellas, volvía a mis andadas.

Yo estaba en casa de mi madre, pues habia dejado mi casa con todo a mi mujer y mis hijos, era lo menos que podía hacer. Mi madre vivía sola en una casa algo grande para ella, estaba en las afueras de la ciudad, y dado su edad tenia una seńora que le ayudaba con la limpieza y los trajines de traer los víveres, porque en la cocina le gustaba a ella ser la anfitriona.

Era verano, cuando esto sucedió, un día sábado, para ser mas explicito. Yo estaba sentado en una silla de extensión leyendo el periódico o haciendo que leía, porque mi mente estaba enfrascada en lo que antes les narre. Mi madre se acerco y con su voz dulce y apacible me mostró un telegrama. El telegrama anunciaba la llegada de mi hermana, mayor que yo y de uno de sus hijos, el más pequeńo, que ya no era tan pequeńo, pues tenia 21 de edad. Para mi madre esto resulto una alegría, pues mi hermana vendría a pasar 15 dias de vacaciones, y ella hacia varios ańos que no le veíamos pues residía en Europa. Para mi tambien fue una grata alegría, y comencé a preparar con mi madre planes de un buen tiempo para mi hermana y mi sobrino.

Tendríamos que ir al otro día al aeropuerto a recogerlos. Ella solicito a la seńora que le ayudaba en casa que preparara la habitación que quedaba vacía para mi hermana y me dijo que si mi sobrino podría dormir en mi habitación, a lo que respondí gustosamente, además, no habia para elegir, y serian solo 15 dias.

El domingo nos levantamos temprano, y dejando todo listo en casa, al mediodía nos fuimos al aeropuerto, pues su avión llegaría a las 2:45 p.m. El encuentro fue algo lindo, pues hacia 5 ańos que no nos veíamos, mi hermana, a sus 57 se veía muy bien, y mi sobrino, que la ultima vez que le vi tenia 16, ya se veía un joven maduro, aunque yo, un tipo de la calle, desde el primer momento me choco la vestimenta de el, me pareció algo extravagante y con algo de femenino, bueno yo nunca he estado empapado en ello, pero habia algo en todo el que me chocaba y para colmo cuando el me abrazo, yo sentí mas efusión que mi misma hermana, algo en mi interior me decía que habia algo raro allí.

Bueno, llegamos a casa, nos sentamos a la mesa, disfrutamos de la cena, hablamos de mil cosas, fui centro de la conversación y de interrogatorio por parte de mi hermana en cuanto a mi divorcio y la esperada reprimenda: «Te lo mereces, porque tu siempre has sido un tremendo puto» etc. etc. pero lo que me volvió a chocar fue la frase de mi sobrino, y sobre todo la entonación afeminada con que lo dijo: “Bueno, dejen tranquilo al tio, el lleva su vida a su modo, verdad tio?”. Yo conteste con un si un tanto apagado y pensé dentro de mi: «Este si no se las mete juega con ellas. Que cosa!. Un sobrino maricon».

Estuvimos hasta las tantas charlando, y yo me tome unos cuantos cońacs de una botella que me habían traído de regalo. Llego la hora de dormir y nos fuimos al dormitorio, yo pensé dentro de mí, y ya medio mareado por los tragos: tener que aguantar al sobrino que parece una mariposa con campanas pero ni modo. El se puso a sacar su ropa y ponerla en el espacio asignado en el closet, y hablaba y hablaba, y se iba desvistiendo. Yo estaba sentado en un butacón, y cuando vi a mi sobrino quedarse en un interior casi transparente tipo bikini, tuve que admitir que el sobrino tenia unas buenas nalgas. Yo, sin proponérmelo pase mi mano por mi pinga y me la acomode, destape la botella y me eche un buche, mientras seguia admirando las buenas nalgas del sobrino que se inclinaban y tal parecía que me estaban llamando. Pasado un rato, mi sobrino se acerco, y me dijo:

Relatos Eroticos

– Tito, te ayudo, porque tu estas mareado, a ver, no tomes más.

Me quito la botella y con sus manos hábiles me ayudo a incorporar y me llevo a la cama. Yo no estaba fuera de mi, pero si me sentía sin voluntad, y aquella atención me hacia sentir dentro de mi muy cómodo, como en mis tiempos de matrimonio, asi que me entregue a su voluntad. El me acostó, me quito los zapatos, el pantalón, la camisa y me quede en calzoncillo. Mi sobrino al verme me dijo:

– Tito, tienes para tu edad un buen cuerpo, y nunca imagine ver a alguien tan velludo como tu.

Ya no me chocaba aquello, al contrario, me daba placer con algo de morbo. Yo cerré mis ojos y escuchaba aquellas frases de halago que me hacían sentir bien, hasta el punto de sentir un cosquilleo en mi mástil que sin quererlo estaba reaccionando. Mi sobrino empapo una toallita de sus cosas personales en una rica agua de lavanda y comenzó a frotarme el cuerpo, aquello era delicioso, y para mi resultaba una caricia deliciosa, no experimentada antes. Ya no podía evitarlo, mi pinga estaba al máximo, y entreabrí mis ojos y vi como mi sobrino me quitaba mi calzoncillo y mi pinga apuntaba hacia el techo. El mojo su toallita nuevamente y se dedico a limpiarme mi abundante vellosidad pélvica, mis cojones, hasta mi culo y sin poder evitarlo mi respiración se hacia mas agitada. Medio que me sorprendí cuando sentí que el se acostó a mi lado y con su boca se apodero de una de mis tetillas, pensé protestar, pero que cojones, si aquello era delicioso y yo lo estaba necesitando y sin poder evitarlo de mi boca se escapo un: aaaahhhh!!! Yo, no pude evitarlo, hale mi sobrino hacia mí y me apodere de su boca, fue un beso salvaje, de desesperación de anhelo reprimido, y el muy mariquita besaba muy bien, yo le abrace entre mis brazos y no pude evitar darle un beso en su cuello que lo enloqueció, él me respondió de igual forma y ya no teníamos control.

Experimente por primera vez una caricia que no conocía pero que me encanto y lleno de temblor mi cuerpo, el se apodero de una de mis copiosas axilas y me hizo gozar extremadamente. Yo sentía como mi pinga estaba empapada y mojaba sus muslos. Entonces vino aquella sublime mamada:

– Ay, ay, ay cojones ufffff, ay no, no sigas que me vengoooo!!!

Ya sin poder evitarlo mi pinga exploto en una venida salvajemente abundante, mi leche caía, después del primer chorro en su boca y que el retirara, por todos lugares, pero el se apodero nuevamente de mi pinga y continuo mamandola, era una caricia casi insoportable, yo me retorcía de placer y sensibilidad y le decía cosas tales como:

– Aaayyy puta dejameee!!! ufff!!! ay! ay! no puedooo!.

Pero el seguia y seguia mamando hasta que logro que mi pinga respondiera nuevamente. Puedo decirles que nunca me habían dado una mamada igual. Al rato el me dijo:

– Bueno tito, ahora me toca gozar a mi, méteme esa pinga rica en mi culo.

El se incorporo y de su maletín saco un tubo de gel y me amarro mi pinga y se unto en su culo y poniéndose sobre mi, se metió de un viaje mis 8 pulgadas. El gemía de dolor y placer y todo ello creo en mi un placer único. comencé a moverme mientras pellizcaba sus tetillas, y me sentí con el deseo de acariciar su pinga, esto produjo en el un placer sublime y me decía:

Relatos Eroticos

– Aaayyy papiii! mi macho, singame aaaayyy!

El no pudo mas y se vino, sus chorros llegaron hasta mi rostro, el se inclino con mi pinga dentro, y busco mi boca embarrada con su leche y me dio un sabroso beso que provoco en mi una nueva eyaculación. Terminamos extenuados, al rato, decidimos, sin hacer ruido meternos en la ducha y bańarnos. Fue delicioso, y el era incansable, porque allí en el bańo se apodero nuevamente de mi pinga y me dijo:

– Quiero hacer algo que he sońado siempre, te la voy a mamar mientras yo mismo me pajeo.

Que decirles? no se cuanto duro aquello, solo se que a mi edad no pensé que pudiera venirme tres veces seguido, y aquel sobrino tenia la capacidad de volverme loco. Fueron 15 dias maravillosos. Ellos se marcharon, pero ya estoy arreglando mi pasaporte para irme junto a el a Europa, he decidido que el o ella, no se como catalogar, será mi nueva pareja.

Tags: relatos eroticos gay, relatos gay eróticos, relatos eroticos de gays, relatos erotivos gay, relato erotico gay incesto, relatos eroticos gay gratis, relatos eroticos gratis gay, relato gay eroticos, relatos eroticos de adolecentes gay